La revolución tecnológica en el tratamiento del envejecimiento facial es una realidad y llega de la mano de equipos muy sofisticados.

La revolución tecnológica en el tratamiento del envejecimiento facial es una realidad y llega de la mano de equipos muy sofisticados, que plantan cara al paso del tiempo a través de diferentes terapias, radiofrecuencia, hifu, oxigenoterapia...os pasamos a hablar de como funciona cada una de estas técnicas:

RADIOFRECUENCIA (Impulso Tensor).- 

Es una tecnología que se propaga en forma de ondas electromagnéticas de alta frecuencia. Al entrar en contacto con nuestra piel a través de un cabezal-emisor, estas ondas se convierten en energía calórica que genera un shock térmico responsable de calentar los septos fibrosos y desnaturalizar la estructura molecular de triple hélice del colágeno, haciendo que sus fibras se acorten y contraigan. El resultado es un tensado cutáneo que se impulsa desde el interior del tejido. En estética y medicina estética se habla de diferentes tipos de radiofrecuencia, según la profundidad que alcanza esta energía, y que es la variable que determina el resultado final. En tratamientos faciales tradicionalmente se ha empleado RF bipolar, que se llama así en referencia a los dos cabezales por los que circula la corriente electromagnética. En este caso la energía se concentra en la dermis donde corrige el descolgamiento, reafirma, define el contorno y mejora las arrugas.

ULTRASONIDOS (Lifting sin bisturí).-

Los ultrasonidos localizados de alta intensidad suponen la emisión de ondas sonoras del alta potencia e intensidad también elevada, lo que les permite traspasar la superficie cutánea, dejando la epidermis intacta. Actuando desde dentro de la piel hacia fuera, los ultrasonidos reparan y refuerzan el tejido a través de un aumento de la temperatura entre 60-70º C, que acelera los mecanismos productores de colágeno y elastina. El poder tensor de esta tecnología ultrasónica la hace muy recomendable para redensificar el tejido, elevar los rasgos y mejorar tono y firmeza, especialmente en casos de flacidez entre leve y moderada. También resulta recomendable para potenciar la regeneración de colágeno tras una cirugía de rejuvenecimiento. Los más avanzados conducen la energía hasta el tejido SMAS, por lo que promueven un rejuvenecimiento profundo, equiparable al de un lifting quirúrgico.

DERMOPUNCIÓN (Terapia impulsora de colágeno).-

Los dispositivos de micro punción suelen presentarse en forma de lápices dérmicos que incorporan pequeñísimas agujas en la punta en forma de cabezal rotatorio, y que al recorrer la superficie cutánea van abriendo pequeños orificios por donde se introducen activos cosméticos con el fin de ser depositados en la dermis. Más allá de los resultados asociados a estos ingredientes, esta terapia asocia siempre una importante estimulación del colágeno. Ello se debe a que las áreas de piel sana que rodean a cada micro herida ponen en marcha el proceso de regeneración y reparación: los fibroblastos se activan, para generar factores de crecimiento y se desencadena la síntesis proteica, responsable de la producción de nuevas fibras elásticas. Estas nuevas fibras elásticas, junto a los proteoglicanos, intervienen en la reconstrucción de la matriz intersticial.

MESOTERAPIA.- (Electroconducción cosmética).-

La mesoterapia virtual es la tecnología especializada en el transporte transdérmica de activos cosméticos hasta los estratos cutáneos profundos donde despliegan todo su potencial antiedad. Dentro del concepto de mesoterapia virtual se agrupan diferentes sistemas de electrovehiculación: electroporación transdérmica, iontoforesis, crioterapia, sonoforesis, termoterapia y fotoporación.

OXIGENOTERAPIA (Un soplo de vitalidad).-

El oxigeno es el elemento fundamental para la vida del organismo, y en consecuencia, también para la piel. La emisión de O2 a través de equipos que lo insuflan directamente en el tejido cutáneo aporta un chute de energía, juventud y vitalidad. El oxígeno alcanza las células cutáneas y las despierta para que trabajen al ritmo de la juventud produciendo nutrientes esenciales, como el colágeno y la elastina…En terapias faciales, la oxigenoterapia es perfecta para atenuar el fotoenvejecimiento, disminuir arrugas y líneas de expresión, aportar elasticidad y disminuir bolsas y ojeras.

LÁSER-IPL (Fototerapias Ansiedad).-

Las terapias lumínicas por excelencia empleadas para borrar las señales del envejecimiento son el láser y la luz pulsada intensa. Ambas son emisiones de luz que se hallan dentro del espectro electromagnético visible, aunque presentan ciertas diferencias: el láser es una luz monocromática y unidireccional, mientras la luz pulsada es no coherente y sus ondas poseen diferentes tamaños, por eso se propagan en diferentes direcciones. El efecto terapéutico derivado de ambas fototerapias está sujeto a dos parámetros: por un lado, la longitud de onda de emisión, que determina la profundidad de penetración de la luz, la fluencia y la duración del pulso, y que se mide en nanómetros y cromóforo, que es la estructura sobre la que impacta la luz, desencadenando toda una serie de beneficios estéticos. En los tratamientos antiedad, el cromóforo sobre el que hace diana la energía lumínica es el agua. A medida que aumenta la densidad de potencia de la fuente emisora, irá aumentando el calor en el cromóforo, lo que producirá la vaporización, coagulación y desnaturalización de proteínas. Con una capacidad dinamizadora única, la luz actúa en todos los estratos cutáneos: en las capas superficiales, provoca un efecto barrido, responsable de la desaparición de arrugas, surcos, flacidez, manchas, poros abiertos…y en los estratos profundos impulsa los mecanismos reparadores y los procesos propios de una piel joven.

Ya sabéis si queréis mejorar vuestro aspecto, estas son algunas de las opciones que tenéis. Gracias a la tecnología, estarás siempre bella y radiante.