Las bajas temperaturas del invierno hacen que nuestra piel pueda verse más perjudicada y sensibilizada, en el siguiente post os relatamos unos consejos para cuidarla durante esta estación.

Algunas zonas como las mejillas, pabellones auriculares, labios, manos y pies, las cuales hace ser más sensibles a los efectos del frío. Por lo cual os proponemos unos consejos para mantener nuestra piel más sana durante esta estación.

1-Hidratación:

Uno de los cuidados más importantes es hidratar nuestra piel a diario con cremas que contengan una mayor cantidad de lípidos. A nivel de nuestro cuerpo aplicarla después del baño y con nuestra piel aún húmeda para así favorecer su absorción. Si después nos ponemos un albornoz de algodón ajustado, la absorción de la crema es mucho más eficaz.

2- Protección solar:

Debemos aplicar a diario una protección solar con su SFP alto, por ejemplo de un 30 en adelante. No debemos olvidar que durante el invierno seguimos expuestos a radiaciones UV, máxime en zonas de nieve, donde el efecto del reflejo del sol, es todavía más intenso. Olvidar este aspecto puede hacer que tengamos que acudir a servicios de emergencias con un importante eritema solar, después de una plácida jornada de esquí en un día soleado. Recordaremos pues ponernos protector solar en cara y labios cada dos o tres horas para que su protección sea más eficaz.

3- Cuidar nuestras manos:

Otra zona que requiere mucho cuidado son nuestras manos. Aplicar crema hidratante varias veces al día y ponernos guantes, es esencial para evitar esas grietas tan dolorosas y los temidos sabañones o perniosis provocados por la vasoconstricción de los capilares que induce el frío.

4- Hidratar y proteger nuestros labios:

Nuestros labios, una de las zonas que antes empieza a sufrir los efectos del frío. Debido al escaso grosor de la semimucosa labial la hace especialmente vulnerable a la deshidratación, con la consiguiente aparición de la molesta descamación y grietas en ocasiones muy dolorosas. Por ello es muy importante aplicar emolientes, tipo vaselina, con frecuencia varias veces al día o bien cremas hidratantes labiales y si llevan un protector solar mucho mejor. Un consejo: humedecerse los labios con frecuencia, un reflejo frecuente e inconsciente que tienen muchas personas cuando presentan sequedad en los labios. Nuestra saliva tiene un escaso poder hidratante y a la larga empeora la situación de deshidratación del labio.

Con respecto a la higiene es importante el uso de limpiadores suaves y neutros con un mayor contenido de lípidos para así favorecer la hidratación y evitar agredir nuestra piel.

Se deben evitar los cambios bruscos de temperatura, sobre todo en pacientes con una piel sensible o intolerante.

Igualmente con la calefacción el nivel de humedad de nuestros hogares tiende a bajar, por lo que es conveniente evitar la sequedad del ambiente con humidificadores en las habitaciones.