Plantas medicinales que nos ayudarán a curar pequeños arañazos, rasguños o contusiones, gracias a sus propiedades curativas.

No sólo los niños son víctima de arañazos y rasguños, todos los sufrimos, fruto a veces de nuestra propia torpeza o de mala suerte, de estas pequeñas lesiones que, afortunadamente, no presentan apenas complicaciones pero que conviene limpiar enseguida para así evitar posibles infecciones.

Para facilitar su curación y que no se infecten, podemos echar mano, más allá de los remedios que tenemos en el botiquín básico, de los efectos beneficiosos de determinadas plantas medicinales.

BOTIQUIN NATURAL:

Caléndula: conocida también como flamenquilla es una planta con flores similares a la margarita. Tiene propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antibacterianas, con lo que es una aliada para las pequeñas lesiones de la piel, pero también para las quemaduras, acné o picaduras de insectos.Para utilizarla, prepararemos una pequeña infusión y emplearemos el líquido para enjuagar las zonas afectadas, así unas 3 veces al día.

Aloe Vera: el campeón del cuidado natural de la piel. Su carne en forma de gel transparente tiene propiedades antisépticas a la vez que hidratan y favorecen la regeneración de la piel.Por otra parte, es tan fácil de mantener que no está de más tener uno en nuestro balcón para, además de alegrarnos la vista, usarlo en nuestros primeros auxilios.Para utilizarlo extraemos el gel de una hoja y lo aplicamos sobre los rasguños, dejamos que actúe unos 30 minutos y enjuagamos. Repetiremos la misma operación 2 veces al día.

Árnica: esta planta te ayudará si tienes o no heridas, se haya formado un hematoma o aparezca la inflamación. Por eso es perfecta para golpes y “chichones” ya que estimula la circulación de la sangre, previniendo y reduciendo la aparición de moratones.Para utilizarla podremos aplicarnos directamente en la zona afectada con agua tibia con la ayuda de un paño limpio unas 2 o 3 veces al día.

Zanahoria: en zumo, es rico en beta-carotenos, vitamina C y minerales esenciales. El zumo de zanahoria es una excelente solución natural para reparar las agresiones que sufre la piel. Su uso directo sobre las heridas ayuda a proteger contra el ataque de bacterias y a su vez evita que se formen cicatrices visibles.Para utilizarlo pasamos la zanahoria a través de un extractor de zumos, tras obtener el líquido lo pasaremos sobre las zonas afectadas, dejamos que actúe 20 minutos y enjuagamos, repetiremos su uso 2 o 3 veces al día.

Aceite de ricino: contiene ácidos grasos, vitamina E y aminoácidos que, tras asimilarse, favorecen la regeneración de los tejidos de la piel. Sus extractos naturales contienen sustancias antimicrobianas y antiinflamatorias que evitan que los rasguños presenten complicaciones por la infección de bacterias.Para utilizarlo aplicamos una pequeña cantidad de aceite de ricino sobre la herida y frotamos hasta que se absorba bien, dejamos actuar sin enjuagar y repetimos unas dos veces al día.

Zumo de Limón: el clásico remedio antiséptico de la abuela continua vigente como una solución efectiva para desinfectar las heridas superficiales. Contiene una alta dosis de vitamina C, nutriente que apoya la producción de colágeno para lograr una correcta cicatrización de la piel.Para utilizarlo frotamos sobre el rasguño o raspón, dejamos que actúe 10 minutos y enjuagamos con agua fría. Lo haremos 2 veces al día.

Aceite esencial de lavanda: las propiedades antibacterianas del aceite esencial de lavanda nos ayudan a desinfectar la piel para evitar que las bacterias generen infecciones sobre las heridas superficiales. Cuenta con un ligero efecto antiinflamatorio que acelera la recuperación de los tejidos afectados.Para utilizarlo lo combinamos con aceite de oliva y aplicamos sobre la herida. Dejamos absorber sin enjuagar y lo usamos 2 veces al día. Evitaremos usar el aceite sin diluir ya que puede ser un poco agresivo.

Agua de hamamelis: considerado como un astringente y antiséptico natural, el hamamelis es una solución suave para acelerar la curación de los rasguños y heridas leves. Su aplicación directa limpia la piel y ejerce un ligero efecto antiinflamatorio que reduce la hinchazón causada por golpes o lesiones.Para su utilización humedeceremos un trozo de algodón con agua de hamamelis y frotaremos con cuidado sobre la zona afectada. Repetiremos 2 o 3 veces al día para obtener mejores resultados.

¿Sufriste un corte o rasguño accidental? Aunque sea algo leve, procura aplicarle alguno de los remedios mencionados para calmarlo y no correr riesgo de infección, sino siempre podrás ponerte una tirita de toda la vida como las que encontrarás en nuestro catálogo online.